El voluntariado es intercambiar más que dar; todos reciben tanto como aportan
Desde el año 1985, cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado cuyo principal objetivo es celebrar precisamente la empatía y la compasión que los humanos sentimos y mostramos hacia los demás. Se trata de un día simbólico que magnifica la labor de muchas personas que han optado por dedicar su tiempo y parte de su vida a los demás; muchos individuos invisibles que han prestado una parte de sí mismos para que los demás estén mejor, para que los demás puedan prosperar, para que los demás puedan mejorar sus vidas.
Como recoge la editorial de este número, es incluso extraño que, en un mundo donde el término multitasking se establece como un nuevo dogma y donde hacer las cosas por y para lo demás se considera incluso una pérdida de tiempo, podemos encontrar raras avis como son las personas que se deciden por HACER VOLUNTARIADO.
Estamos convencidos que, todas las personas que apuestan por hacerse voluntarios saben que no somos nadie sin los demás, tanto en sentido figurado como en sentido literal, y que esta apuesta es un trueque de dones, de gracias, de regalos de todo tipo: material, intelectual, afectivo o espiritual. En un mundo de relaciones donde todos ponemos de manifiesto nuestras necesidades y satisfacciones, se hacen más necesarios que nunca espacios de encuentro y solidaridad.
En definitiva, como recoge David Porcel en su artículo, se ha dicho que el carácter de un hombre se puede juzgar fácilmente por cómo trata a quienes no pueden hacer nada por él, pero el compromiso del voluntariado afirma y desmiente a un tiempo esta afortunada sentencia, aportando un beneficio inmediato y abundante.
Esperemos que os guste, y no dejéis de enriquecer esta publicación universitaria con vuestros comentarios.